Jesús I. Callejas
LA CIUDAD Y YO La Florida es el punto más repugnante de Estados Unidos de Norteamérica… No obstante, me fascina el casco histórico de la mítica San Agustín. Reaccionario por inclinación estética, admito que cierta arquitectura de Miami (Palacio de Vizcaya y Coral Gables) la separa con ventaja de las horrendas Tampa, Orlando y Hialeah. Lo sé, el asunto no debe ceñirse a superflua comparación de edificaciones… En Miami arrastré la vida durante años interminables, densos, comprobando cómo el tiempo dilata su curvatura de modo portentoso. Viví en el epicentro de amaneceres que fingen renovarse mientras se filtra el cotizado sol entre palmas traicioneras. Un sitio que, cortesía de la soberbia, rebela miseria truculenta. Laboré, escribí, me embriagué en proporciones colosales, copulé no tanto como hubiera deseado, arrostré jornadas donde habitan los pobres, no en condominios tapizados de cocaína desde cuyas alturas todo se vislumbra impecable, mientras la gente de a pie